Paul vuelve a Viena para vivir allí con su madre, porque sus padres se han separado.
A Paul no le gusta la vida en la ciudad.
Además, Susi, su amiga de toda la vida, ya no es la misma de antes y le resulta indiferente.
Las cosas se complican, porque Paul no enfrenta las dificultades.
Falta a clase sin que su madre lo sepa, y hasta huye de su casa para volver con su padre, quien lo lleva de inmediato a Viena.
Paul comprende, finalmente, que ese es su lugar y que allí están las personas que lo quieren.
El libro describe dos puntos de vista: las vivencias de Paul y las de Susi, que no son idénticas.