En tres breves historias, el protagonista de este libro retoma frases metafóricas que escucha en boca de adultos y que él imagina literalmente:
“Qué increíble, ya está cayendo la noche”, comenta su abuela, y el niño teme buscar los juguetes que dejó en el patio por miedo a que la luna caiga sobre su cabeza.
“El tiempo es oro”, sentencia su padre, pero el protagonista se cuestiona por qué sus relojes son de plástico.
“El tiempo vuela”, escucha, y se instala en el patio a mirar al cielo, esperando ver el tiempo pasar.
Con ternura y humor, las historias revelan qué interpretan los chicos al oír las palabras de los grandes.